La empresa chilena HIF (Highly Innovative Fuels) ha iniciado oficialmente la producción a escala industrial de eFuel, un innovador tipo de gasolina que no deriva del petróleo. Lo que llama la atención es que este combustible utiliza aire y agua como parte de sus componentes.
Este proyecto recibió una inversión de US$260 millones y tiene a la automotriz alemana Porsche como uno de sus principales inversionistas. Y a pesar de la tendencia hacia los vehículos eléctricos en la industria automotriz, empresas como Porsche y otras están explorando nuevas tecnologías para producir combustibles sintéticos más limpios. Con ello se pretende reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera, ya que todavía hay más de 1.300 millones de vehículos con motor de combustión en funcionamiento en todo el mundo, mercado al que eFuel pretende atender.
Para una mejor comprensión, en la práctica, eFuel se produce mediante electrólisis, que separa los átomos de hidrógeno y oxígeno del agua. Posteriormente, se captura el dióxido de carbono (CO2) presente en la atmósfera para combinarlo con el hidrógeno extraído del agua. Además, la producción de eFuel funciona con energía procedente de turbinas eólicas. HIF garantiza que eFuel sea más limpio y tenga una huella de carbono neutral, siendo totalmente compatible con los motores de vehículos existentes y no requiriendo modificaciones.
Este combustible, que no utiliza petróleo en su composición, puede utilizarse en camiones, barcos y aviones, aprovechando el proceso de suministro la infraestructura existente, incluidos oleoductos y estaciones de servicio. Además de ser una alternativa sustentable, la fabricación de eFuel elimina anualmente de la atmósfera 230 mil toneladas de CO2.
Durante la fase piloto, la producción se estimó en alrededor de 130 mil litros de eFuel por año. La expectativa es que este volumen aumente a 55 millones de litros a mediados de esta década (al año). Para 2027, la producción anual podría alcanzar los 550 millones de litros.
Se eligió Chile como lugar de producción debido a las condiciones ideales para producir este combustible sintético, ya que la región tiene vientos constantes durante todo el año, lo que permite que las turbinas eólicas operen de manera eficiente. De hecho, la fábrica también está ubicada en Punta Arenas, cerca del Estrecho de Magallanes, lo que facilita la exportación del combustible por barco a todo el mundo.